Tamaulipas.- Cuando mencionaron en los medios que había tristeza mundial, comprendí que era absolutamente cierto.
Y la noticia no solamente informa, en terribles ocasiones como esta, causa desolación y tristeza en el alma.
Lamentablemente la imagen de una niña abrazando a su padre , le ha dado la vuelta al mundo, y dicha gráfica no se ha viralizado por el amor familiar, sino por otra trágica muerte en las peligrosas aguas del Río Bravo.
En esta ocasión no solamente se trata de la pérdida de dos seres humanos, sino también de la muerte simbólica del oprimido, del olvidado, del rezagado, del nunca escuchado.
En esta ocasión no solamente se trata de la pérdida de dos seres humanos, sino también de la muerte simbólica del oprimido, del olvidado, del rezagado, del nunca escuchado.
Como mortal ironía, la niña Valeria vestía con los mismos colores que Aylan Kurdi, el niño sirio de dos años de edad que falleció ahogado en el 2015, al naufragar el barco en el que viajaba por el mar Mediterráneo.
la tragedia de Aylan |
Los dos ángeles yacen bocabajo en el agua, Aylan de cara a la arena y las aguas del Mediterráneo,
Valeria de cara al mortal sueño americano que sigue corriendo por las aguas del Río Bravo.
Al respecto, el Presidente norteamericano Donald Trump con su doble moral y cinismo lo define a su manera,
por un lado afirma que se trata de un viaje infernal que hace odiar las fotos de los muertos del Río, mientras que por otro lado fustiga a su país y al mismo Presidente Mexicano, para que blinden incondicionalmente sus fronteras.
Estamos en un conteo de cadáveres, en un Body Count, donde ciertamente, a ningún gobierno parece importarle mucho.
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